En la actualidad, se promueve ampliamente en miles de campañas el respeto por todas las personas con diferentes tipos de cuerpo, así como también el amor propio.
Puesto que, a pesar de que quedó claro que la gordofobia es un perjuicio social totalmente errado y violento sobre la salud de alguien, muchos aún sufren de gordofobia. E incluso, esta discriminación puede verse involucrada en diferentes ámbitos: laborarles, sociales, médicos, hasta escolares en niños de cortas edades.
Como coach nutricional, tengo todas las herramientas de psiconutrición, por eso la misión que tengo es velar por la salud alimentaria e integral de cada uno de mis pacientes, siempre con el respeto que cada uno merece. Para que, cuando una persona decida por voluntad propia dejar de lado los hábitos alimenticios que le provocan problemas de salud, se sienta cómodo y conforme con el proceso.
La apariencia exterior de alguien no es un reflejo total de cómo es ni es una medida de cómo deben ser tratadas por los demás.
La gordofobia hoy en día
Por lo general, se suele asociar la idea de que una persona con un cuerpo delgado es la imagen de una salud ejemplar, pero no siempre es así. La gordofobia rechaza por completo la idea de que un individuo con sobrepeso pueda tener una vida digna o que siquiera tenga respeto por sí mismo.
Que, claramente, no es más que una percepción retrógrada y superficial de la realidad, a pesar de que todos comiéramos exactamente lo mismo, aún tendríamos cuerpos diferentes.
Además, es muy poco sensible con las personas que puedan estar padeciendo de algún trastorno emocional, físico o mental. Por ejemplo, una mujer con sobreproducción de cortisol, la denominada “hormona del estrés” es más probable que sufra de sobrepeso, incluso si su alimentación es o no la “adecuada”.
Así como hay personas que padecen de una depresión o ansiedad profunda y que encuentran cierto alivio en la comida. Por la gordofobia, son rechazados también por la sociedad.
Se nos ha impuesto que el prototipo de belleza también debe ser esbelto y fino, cuando no es siquiera un estándar realista y alcanzable. Por lo que, cuando un individuo gordo fóbico ve a una persona con obesidad o sobrepeso, tiende a estimar el valor que tiene, poniéndose por encima de ellos. Aunque, en realidad, los que suelen juzgar o discriminar siempre suelen tener inseguridades o conflictos internos con su propio peso.
El señalar, apartar y rechazar a una persona única y exclusivamente por su apariencia física es un acto de odio sumamente reprochable. De hecho, en España, casi un 20 % de la población afirma haber sido víctima de gordofobia.
La nutrición y el sobrepeso
Claramente, la alimentación desempeña un rol fundamental en el peso de una persona, tanto para bien como para mal.
Aunque es a través de la comida que nos recargamos de energía y recibimos los nutrientes necesarios para vivir, no siempre lo hacemos con ese propósito. Ya que, hay muchos factores que producen ataques de estrés o ansiedad que solemos calmarlos ingiriendo alimentos no muy saludables. Lo cual, no es de todo malo, mientras que no se sobrepasen los límites.
La cantidad excesiva de alimentos llenos de azúcares procesados y grasas saturadas son uno de los responsables de que empecemos a subir de peso. Pero eso no quiere decir que sean nuestros enemigos mortales, puesto que, de vez en cuando, pueden ser un aperitivo delicioso y diferente.
Una de las características de la gordofobia es que creen que las personas no tienen control sobre lo que comen. Pero la realidad es que comer es un placer, y la alimentación saludable no tiene que ser aburrida.
Como nutricionista, he escuchado múltiples testimonios de personas que quieren darle un cambio significativo a sus vidas, pero no solo por verse bien. La comida también juega un papel importante en nuestra salud, de ahí proviene la relevancia de no satanizar los alimentos.
Puesto que se podría desarrollar un trastorno alimenticio también vinculado al miedo a subir de peso llamado pocrescofobia. Que puede detonar en enfermedades como la anorexia o la bulimia.
Por lo que, en líneas generales, una persona con sobrepeso puede empezar a llevar un estilo de vida saludable sin necesidad de buscar un físico perfecto. Y mi trabajo es guiarlos durante todo su trayecto para que alcancen sus propósitos.
Servicios de psico-nutrición
Un dato interesante que se habla en torno a la lucha en contra de la gordofobia es que, en 2022, específicamente el 4 de marzo, se conmemora el día mundial contra la gordofobia. El cual, anteriormente, era denominado el “día de la lucha contra la obesidad” pero ese término fue rechazado por tener connotaciones violentas y discriminatorias. En lo particular, considero que cada persona debe mantener un estilo de vida saludable y que, a su vez, lo haga feliz.
Como coach nutricional y deportivo, te ofrezco mi amplia carta de servicios para que tengas hábitos y costumbres sanas que se adapten a tus necesidades.
Principalmente, me encargo del diseño y programación de planes alimenticios en conjunto con rutinas de ejercicio totalmente exclusivas a las exigencias y capacidades de cada cliente. Así como también proveerte de motivación para que te mantengas firme y constante con tus objetivos y metas.
Mis programas de acompañamiento motivacional se enfocan en brindarte un apoyo constante durante tu proceso, sin juzgarte o discriminarte por tus decisiones o apariencias. Recordemos que cada trayecto y progreso será destino en cada persona, y eso está perfecto.
Mientras que se tenga el compromiso y convicción de querer cambiar. No me considero en absoluto una persona gordofóbica, pero si me esmero en proveerles a mis pacientes los conocimientos adecuados para una vida sana.
No existe un peso ideal, porque no hay un estándar de perfección, aunque la sociedad se empeñe en forzarlo. La alimentación balanceada y la actividad física son claves para mantener unas funciones corporales óptimas, debemos ofrecerle a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita. No olvidemos mantener una relación sana con la alimentación.
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